- Año: 2011
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Fotografías:Timothy Hursley
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Proveedores: Hunter Douglas, Bartco Lighting, Bentonville Glass, Juno Lighting, Knoll International, Moooi, PPG IdeaScapes, Roblon, Udi Inc
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en el corazón del nuevo Museo Crystal Bridges of American Art (Moshe Safdie, 2011) en Bentonville, la tienda del museo es una inserción por un arquitecto local en un espacio curvo existente de 3.040 ft2. Una competencia local se llevó a cabo para encontrar un arquitecto que podría contribuir a la experiencia del museo en general y proporcionar al museo una tienda funcional y táctil. El espacio estaba estructurado en gran parte por columnas de concreto que sostenían un techo verde. La fachada orientada al oeste se abría a la plaza de acceso, haciendo del reflejo y las ganancias de calor un gran problema. El propietario quería una tienda que que entregara una experiencia cálida, natural y táctil y que fuera comprendida por los visitantes como una extensión de la experiencia del museo.
Consciente de que varios artistas locales se presentarían en la tienda del museo, nuestro análisis se centró en el trabajo del reconocido cestero León Niehues (Huntsville, Arkansas), conocido por sus escultóricas cestas de excelente factura, hechas a partir de robles blancos de las montañas de Ozark. Su proceso de fabricación utiliza técnicas tradicionales junto con nuevos métodos de construcción, elementos simples y repetitivos y fuertes perfiles formales extruidos a lo largo de un patrón específico. Este proceso ha sido la fuente para el desarrollo de un sistema unificado de articulación que envuelve el espacio de ventas.
Una serie de nervaduras paralelas de madera contrachapada, fabricadas localmente directamente desde el modelo BIM y recolectadas localmente en Ozarks, organizan el espacio y forman el techo y la carpintería en la pared posterior. Una máquina CNC proporcionó la tecnología necesaria para cortar 224 piezas precisas y únicas. Similar a la parte inferior acanalada de un hongo conocido, la superficie se ondula para crear un perfil elegante y a la vez servir a la función práctica de proteger del fuerte sol occidental. La porosidad y regularidad del sistema de láminas ofrecen una flexibilidad inherente para la calefacción y refrigeración, iluminación y montaje de los productos. Los muros cubiertos de una texturada tela verde rematan los extremos de la tienda y complementan el piso y el cielo de madera de cerezo. La forma y la estructura de las láminas intenta resonar la estética del museo, mediando entre el espacio curvo entregado y las necesidades prácticas de la tienda.
Vitrinas autoportantes de nogal y vidrio organizan el espacio y proporcionan una exhibición integral, mientras sirven como contrapunto al sensual techo curvo. La geometría de la planta se transforma en una propuesta espacial de tres dimensiones impregnada con materiales y mano de obra local, expresando un parentesco con la sensibilidad única que se encuentra en el arte americano.